Motorista ocasional pero apasionado.
Me gustan las motos con edad y con carácter, sobre todo las que describieron una época de mi vida.
Aquellas motos que veías cuando eras niño y con las que soñabas y seguirías soñando aun siendo ya mayor.
Las primeras que conociste, las que veías en los anuncios, en las revistas, las que tenían tus amigos mayores. Todas ellas forjaron un mar de ilusiones y aspiraciones que parecen inalcanzables aún a día de hoy, bien por qué ya no existen o bien por que el torcido camino de la vida te lleva a otros derroteros.
Gracias a que en la vida quedan aún caminos por recorrer, experiencias que vivir, que compartir y sueños que alcanzar podemos seguir adelante y, lo mejor de todo, explotando ese lado indómito que el riesgo, las sensaciones por conocer y la incertidumbre de un futuro incierto nos ponen delante.
Real Free Bear (RFB)